lunes, 3 de diciembre de 2012

La educación como proyecto político


El docente como instrumento de acción política
La educación como proyecto político



“El docente, lo quiera o no, consciente o inconscientemente ejerce una importante acción política.” 1

Durante todas las lecturas se ha hablado de la escuela como un instrumento político, pero quienes son responsables de la educación en estas escuelas son los docentes, por lo tanto en ellos recae directamente esta acción política y creo que negarla es negar en gran parte su trabajo educativo. Pero también creo que para desempeñar este papel hace falta ser conscientes del puesto tan importante que se tiene, además de tener una forma de pensamiento que busque el cambio, sin esto creo que el docente se convierte en aliado del sistema político y económico existente.



“Un educador concientizado busca cómo desenmascarar la ideología dominante y cómo crear en sus alumnos una actitud crítica.” 2

La búsqueda del cambio siempre  empieza con la disconformidad de lo que se tiene actualmente, para poder inculcar en los alumnos estas ganas de hacer un cambio primero debe formarse en ellos una actitud crítica para que sepan reconocer los errores de la ideología actual; no con el propósito de inculcarles una nueva, sino con la esperanza de que formen la propia con bases y objetivos claros.



“La experiencia de todos los días y en todos los países demuestra que mientras una “reforma educativa” no modifique las estructuras, contará siempre con la aprobación y el apoyo de los grupos de poder, no así cuando implique y genere una alternativa de participación política.” 3

Todos estos cambios y acciones docentes que se mencionan en la lectura, es obvio que no llegaran estipulados en un documento oficial, porque representan una revelación en contra del sistema y de quienes lo dirigen, es una acción un tanto revolucionaria; lo que, según mi punto de vista, la hace todavía más valiosa y necesaria. Son pocos los docentes que buscan realmente inculcar algo diferente en sus alumnos pero son esos pocos los que tienen y dan esperanza de un cambio en nuestra sociedad.




Conclusión:

Esta lectura sigue por el mismo camino que las anteriores pero se enfoca mucho más en el papel específico de los docentes, el autor les otorga a estos una gran responsabilidad pero también un gran poder y creo que es un reto que pocos aceptan pero que todos necesitamos.

Creo que como futuras docentes tenemos que ser conscientes del papel que juagaremos y de la oportunidad tan grande que tenemos de hacer un pequeño cambio en la sociedad que tanto criticamos; además de ser una gran oportunidad es un gran reto, que como dije antes pocos toman, pero que si estamos dispuestas a afrontar requiere de un cambio en nuestra propia ideología y preparación para poder ser críticas y objetivas, y algún día poder sembrar en alguien más esta esperanza y búsqueda de una mejor sociedad.


Referencias:

1 Gutiérrez, Francisco. Educación como praxis política. Página 54 (20 de la Antología). Editorial Siglo XXI, 8a edición, 1999.

2 Gutiérrez, Francisco. Educación como praxis política. Página 61 (23 de la Antología). Editorial Siglo XXI, 8a edición. 1999

3 Gutiérrez, Francisco. Educación como praxis política. Página 70 (28 de la Antología). Editorial Siglo XXI, 8a edición. 1999 

No hay comentarios:

Publicar un comentario